El grupo cuarto podría quedar reducido a 18 ó 19 clubes debido a los problemas de Poli Ejido y Caravaca
La maldita crisis económica está golpeando con dureza a los clubes de Segunda B. Tanto que en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) están sudando la gota gorda para confeccionar los cuatro grupos y el calendario de la Liga, cuyo comienzo está programado para el próximo 21 de agosto. Falta un mes para el arranque de la competición y el tiempo apremia. La RFEF tenía previsto cerrar el asunto el pasado sábado pero pospuso la reunión para la jornada de hoy, cuando deben quedar establecidos los grupos y el calendario de partidos si la Federación no prorroga los plazos para que se ocupen las plazas vacantes dejadas por los clubes descendidos por morosos. El que quiera hacerse con un hueco debe abonar 395.000 euros, una cifra al alcance de pocos en la Segunda División B.
No hay día sin sobresalto para alguno de los equipos de la categoría de bronce. El Polideportivo Ejido ha entrado en fase de liquidación y el Caravaca se debate entre su desaparición o la cesión de su plaza a un club hermano de la Región de Murcia.
La propuesta formalizada en la asamblea que la RFEF celebró a principios de julio contempla once equipos andaluces -Cádiz, Balompédica Linense, Sevilla Atlético, San Roque de Lepe, Écija, Lucena, Jaén, Betis B, Almería B, Roquetas y Polideportivo Ejido-, Ceuta, Melilla, los dos murcianos -Caravaca y Lorca Atlético- los cuatro extremeños -Badajoz, Cacereño, Villanovense y Sporting Villanueva- y Puertollano, el único club manchego que ha mostrado su deseo de integrarse en el grupo IV. La cuestión es saber si el Poli Ejido entra finalmente y si el Caravaca soluciona sus problemas. De lo contrario, el grupo podría quedarse en 18 ó 19 equipos si ningún otro club ocupa alguna de las plazas.
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