El terreno de juego, impracticable.
El triangular disputado en el día de ayer en el Antonio Peroles entre los tres conjuntos almerienses de Segunda B (Polideportivo Ejido, Roquetas y Almería B) se deslució por el terreno de juego, impracticable.
Si ya el martes estaba mal en el amistoso que disputó el conjunto roquetero y el Almería, ayer estaba peor aún, debido al encuentro del martes. Vaya, un desastre, que propició que ninguno de los tres pudieran desarrollar su juego correctamente. De esta manera, los distintos jugadores estaban más pendientes de dónde pisar para no lesionarse que de hacer lo que saben, es decir, jugar al fútbol.
El primer encuentro lo disputaron el filial rojiblanco y el conjunto celeste. Sin duda, el dominador del partido fue el Almería B, que llevó la manija del encuentro en todo momento. Sin embargo, el verde y el fuerte viento impidieron que los de Francisco desarrollaran su juego al cien por cien. La profundidad del conjunto rojiblanco hizo que llegara con facilidad, con dos ocasiones claras: una para Kiu y otra para el joven José Ramón.
El último fue el encargado de hacer el 0-1 final en el minuto 37, cuando quedaba poco para que el primer encuentro finalizase. El gol llegó a través de un efectivo contraataque.
El segundo partido fue calcado al primero, pero con una camiseta diferente. El CD Roquetas tomó la batuta del Almería B y se hizo con el control del encuentro. Eso sí, el balón seguía sin rodar.
En el minuto 20, el número 5 del conjunto entrenado por Florit, Miro puso el 0-1 en el marcador del Peroles. El Polideportivo Ejido seguía sufriendo. Al Poli se le pudo ver más ideas que en amistosos anteriores, pero la pegada fue la misma, es decir, mínima. Esto es algo que deberán mejorar los de Raúl Procopio si no quieren pasar problemas en el grupo IV de Segunda División B.
Sin embargo, cuando el encuentro ya moría y el Roquetas se llevaba el encuentro, para jugarse el triangular frente al Almería B, Javicho le hizo un penalti a Dani Cara en el 44'. Samir lo transformó magistralmente mandando el esférico a la escuadra derecha del meta roquetero.
De esta manera, el último encuentro decidía todo. Si el Almería B ganaba o empataba era el vencedor. Si el Roquetas se imponía, sería el campeón con cuatro puntos.
Ambos equipos salieron sin ningún miedo ni especulaciones. El objetivo no era demostrar quién era el mejor, sino mejorar de cara al inicio de la temporada que comienza la semana que viene. Así que ambos conjuntos desarrollaron su fútbol... siempre que el terreno de juego lo permití.
En el minuto 19, Manolo pondría el gol que decidía el triangular en una falta directa. Un auténtico golazo.
De esta manera, el Roquetas (el que más hizo de los tres) se llevó el triangular, su triangular. Aunque ayer lo importante no fueron los partidos. Sino que nadie se lesionase. Cualquier caída, pisotón o tiro se hacía con la máxima precaución. No era cuestión de que ninguno se lesionase en un triangular veraniego.
El CD Roquetas deberá arreglar el terreno de juego antes de que comience la competición doméstica.
En un campo así no se puede jugar

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