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sábado, 20 de agosto de 2016

Cromos inolvidables: Kike

Cromos inolvidables: Kike | Libreta en blanco 11 septiembre, 2014

Kike Burgos cromo

Kike Burgos

Continuo por tierras del norte para una nueva cita semanal con este particular repaso al fútbol español de las cuatro últimas décadas, saltando desde el Gijón de mediados de los ochenta al que llegó el mexicano Lucho Flores al Bilbao de inicios de los noventa, en el que surgió el enésimo producto de la inagotable factoría de Lezama con el objetivo de hacerse cargo de la codiciada portería de San Mamés. De moda esta semana unos cuantos años después de su retirada por su polémica y abrupta salida del staff técnico del Real Betis Balompié provocada por su abierto enfrentamiento con el ex madridista Antonio Adán, hoy pasa por este curioso escaparate la figura de Enrique Burgos Carrasco, “Kike”.

Fuente: BDFutbol

Fuente: BDFutbol

Como muchos jovenes vizcaínos, este jugador nacido en Barakaldo un 20 de enero de 1971 pronto se decantaría por la portería como su hábitat natural. Con un físico imponente entraría en las categorías inferiores del Athletic, progresando hasta alcanzar la titularidad del filial, con el que alcanzaría el ascenso a Segunda en la temporada 1988-1989. Con Iñaki Sáez en el banquillo, y una plantilla en la que militaban hombres que luego llegarían a la elite como Larrazábal, Urrutia, Eskurza o Tabuenka, los “cachorros” harían un año brillante terminando en puesto de promoción, que no disputarían por su condición  n e segundo equipo de la entidad de Ibaigane. Indiscutible durante toda la campaña (sus competidores Iñaki y Lobato sólo disputarían cinco partidos entre los dos), mantendría su estatus al año siguiente, y aunque el Bilbao Athletic no pudo volver a estar entre los mejores, Kike se daría el gusto de presentarse en sociedad con los mayores en Castalia, aunque fuera aprovechando el castigo de Javier Clemente a Iru tras la sonrojante derrota de los rojiblancos en casa ante el Barça (0-6). La ilusión del debut quedaría empañada con la derrota y el cese del “Rubio de Barakaldo”.

Sin opciones en el resto de la campaña, sin embargo en el verano de 1991 y de la mano de Sáez  daría el salto definitivo con sólo 20 años. Sería titular en los seis primeros encuentros ligueros, pero los malos resultados le llevaron de regreso al banco,  retornando al once sólo una vuelta después, coincidiendo con el último encuentro bajo las órdenes del que había sido su técnico en la base. La llegada de Txutxi Araguren le devolvió un protagonismo que ya no perdería hasta la conclusión de un campeonato mediocre para los vizcaínos, que bordearon posiciones peligrosas.

Fuente: Todocoleccion

Fuente: Todocoleccion

Desde el club se buscó un golpe de efecto con la contratación de Jupp Heynckes, y vaya sí lo consiguió. El alemán instauró un sistema alegre de jugó que cautivó a la parroquia bilbaína, con Julen Guerrero explotando a lo grande y con Juanjo Valencia como dueño y señor del marco en detrimento de un Kike que se mantuvo inédito. Su situación apenas experimentó cambios en la 93-94, donde sólo pudo disputar un choque en Liga, siendo espectador desde la banda de la clasificación europea de sus compañeros. Un tercer año en blanco, esta vez con Irureta y su reemplazo Amorrortu, le enseñó el camino de salida de Bilbao en el verano de 1995.

Fuente: El Mundo Deportivo

Fuente: El Mundo Deportivo

Mallorca fue el destino elegido para reivindicarse. Era un apuesta arriesgada, ya que por entonces los bermellones militaban en Segunda División, y aunque personalmente la jugada no le salió bien (jugó más que en los cuatro años anteriores juntos e incluso hubo un interés del Atlético de Madrid en conseguir), en lo colectivo se quedó con la miel en las labios, ya que Onésimo con un gol en los últimos minutos del partido de vuelta de la promoción de ascenso daba al triste con las ilusiones baleares. Acabada su cesión, estuvo a punto de entrar contra su opinión en la operación de compra de Roberto Ríos, pero finalmente terminaría volviendo a Palma, aunque en esta ocasión en propiedad y con un contrato de cinco años bajo el brazo. A la segunda fue la vencida, y fue pieza clave en el regreso de los mallorquinistas a Primera junto a Marcelino, Galca, Obiku y Carlitos. Los isleños devolvieron la moneda al Rayo con un tanto logrado precisamente por el sevillano, que acababa así con media década de travesía por el desierto.



El desembarco del argentino Héctor Cúper en la isla acabaría con la importancia de Kike, que vio como Carlos Roa se hacía con el puesto que había ocupado en los últimos tres ejercicios. Esta nueva situación hizo que, pese a tener contrato en vigor, el espigado guardameta vasco hiciera las maletas de nuevo.

Fuente: El Correo

Fuente: El Correo

Fue una vuelta a los orígenes, ya que fue el Alavés el que requirió sus servicios. Los de Mané, que habían ascendido ese mismo verano, buscaban portero tras la salida de Leal rumbo a Sevilla, y parece que lo encontraron en el de Barakaldo, que se afianzó en el puesto durante la primera vuelta, que no fue la mejor para el Alavés. De hecho tuvo que sufrir la goleadas encajadas en el Camp Nou (7-1) y en San Mamés (5-0), lo que debilitó su posición y provocó que fuera sustituido por Tito. Kike volvería a colocarse bajo palos en el “rush” final del torneo liguero, colaborando para lograr la permanencia in extremis. Peor le iría en la temporada siguiente, donde se repitió lo sucedido en Palma: otro argentino, Martín Herrera, hizo que pasara el año en blanco, viendo como sus compañeros firmaban un año para recordar logrando la clasificación para la Copa de la UEFA. Cuatro partidos en la mejor campaña de los “babazorros”, la de la histórica final ante el Liverpool en el Westfalenstadion de Dortmund parecieron dar por cerrado ese capítulo de su trayectoria.

El vizcaíno se enfrentaba a la opción se ser relegado a la condición de tercer portero, pero finalmente decidió quedarse, algo que se convirtió en positivo al perfilarse como titular debido a la sanción recibida por Martín Herrera por irregularidades en su pasaporte comunitario. Pese a que el argentino cumplió el castigo antes de iniciarse la Liga fue relegado al banquillo, lo que dió opción a que Kike jugara disputara las siete primeras jornadas, dejando su marco imbatido en cinco de ellas. Esa buena racha se rompió en el encuentro ante el Betis, donde el de Barakaldo tuvo que retirarse al descanso con problemas en el abductor de su pierna izquierda, dejando vía libre a su compañero hasta el mes de enero. Tras retornar al once ante el Tenerife conservaría el puesto durante dos meses más, hasta que una fractura nasal volvió a dejarle en el dique seco en su mejor momento personal. No volvería a jugar esa temporada, abandonando el club después de cuatro años con claros y oscuros.

Fuente: El Mundo Deportivo

Fuente: El Mundo Deportivo

Su vida daría un cambio radical con su fichaje por tres temporada con el Polideportivo Ejido. Volvía a Segunda tras su etapa en Mallorca, aunque con más currículum a sus espaldas, lo que hizo que se convirtiera en una de las piezas claves del planteamiento de Paco Herrera junto a Aira, Poschner y Luis Gil. Los andaluces coquetearían con la zona noble de la tabla durante parte del año, pero finalmente se desinflarían para acabar en la zona media de la clasificación. Quique Setién tomaría el relevo a Herrera, pero sin obtener los resultados apetecidos, lo que derivó en su cese. A esa mala noticia colectiva se uniría su suplencia, provocada por el mal rendimiento defensivo del equipo. Se rehabilitaría con los otros dos técnicos que dirigieron al cuadro almeriense esa campaña, Salmerón y Julián Rubio, acabando de nuevo como imprescindible para salvar la categoría in extremis. Tres años más como titular en los que el Poli acabó a media tabla fueron el colofón a la carrera de Kike, que se retiró al final de la 2006-2007.

Fuente: Polideportivo Ejido

Fuente: Polideportivo Ejido

Siguió ligado a la entidad como director deportivo, donde en 2008 fichó como entrenador del juvenil a un desconocido Julio Velázquez. Dos años más tarde se repetiría esta contratación, aunque en esta ocasión para el primer equipo, favor que Velázquez le devolvería cuando contó con él como segundo entrenador del Villarreal CF tras la inesperada muerte de Manolo Preciado. Allí trabajaron juntos durante 21 jornadas, hasta que fueron cesados por los malos resultados cosechados por el Submarino.

Ese fracaso no fue obstáculo para que ambos repitieran experiencia en el Real Murcia el pasado ejercicio. Sorprendentemente los pimentoneros se metieron primero en el play off y luego en la pugna por el ascenso, que estuvieron cerca de lograr.

Fuente: ABC

Fuente: ABC

Esta pretemporada fue el Betis el que llamó a la puerta de Julio Velázquez en busca del ascenso,y junto a el llegó su hasta ese minero inseparable Kike. Sin embargo, poco ha durado esa pareja, porque nada más empezar el curso el ya mencionado problema con Adán le ha hecho bajarse de la nave verdiblanca y pasar a engrosar la larga lista de técnicos españoles en paro, aunque no sin antes desahogarse ante la prensa local dando su versión.

Fuente: As

Fuente: As
Cromos inolvidables: Kike | Libreta en blanco

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