Los ejidenses volvieron a caer derrotados, en este caso en el Ramón de Carranza
CÁDIZ | POLI EJIDO · LA CRÓNICA
El Poli apenas opuso resistencia · Según el club, hoy debe haber un comprador
JOSÉ M. VÍLCHES / CÁDIZ / DIARIO DE ALMERÍA
Los ejidenses volvieron a caer derrotados, en este caso en el Ramón de Carranza.
El Cádiz se dejó contagiar por la falta de espíritu del Poli Ejido y en los primeros compases se echó de menos un ritmo de juego más trepidante a la hora de llegar a la portería defendida por Dani Miguélez. Inaugurar el marcador era una cuestión de tiempo, o al menos eso decía la teoría, pero se llegaba al primer cuarto de hora del partido y la lata no estaba abierta todavía.
Los celestes, sin ganas de jugar y con la cabeza puesta en lo que ocurre hoy si antes no han hecho uso de su carta de libertad, aguantaron como pudieron sobre el césped. Hasta el minuto 27. Murillo, llegando desde atrás como una exhalación, emergía en el aire para mandar de cabeza el esférico al fondo de la red.
Después que se le anulara un tanto por fuera de juego, Juanjo incrementaba su cuenta personal y ponía el 2-0 antes del descanso. La segunda parte iba a comenzar con una pregunta en todos los asientos del estadio Ramón de Carranza. ¿Cuántos goles caerán? Los celestes demasiado hacían con aguantar con honra la camiseta sobre el estadio gaditano. A los diez minutos de la reanudación, caía el tercer gol del Cádiz. Una jugada esperpéntica. Pepe le daba un ladrillo en forma de balón a Dani Miguélez y el meta gaditano la pifiaba con los pies para dejar más solo que la una al malagueño Dioni, que en esta ocasión no perdonaba.
Y así se llegaba al final. Con el Poli Ejido agonizando y el Cádiz soñando despierto con el ascenso. Los jugadores ejidenses confían en que hoy aparezca el supuesto comprador que, según la versión del club, no se presentó la pasada semana por la muerte de un familiar. Si no llega, mejor echar el cierre.
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